sábado, 25 de abril de 2020

10 canciones para tiempos de alarma (vol. II)



Vivimos momentos muy duros especialmente para las víctimas directas del virus, sus familiares y amigos. Un aislamiento forzoso impide incluso las despedidas, posponiendo el duelo y haciendo más cruel la pérdida, una herida que se hunde en lo más hondo del ser ante la deshumanización del momento, aunque sea por fuerza mayor y causa justificada por una enfermedad que mata a los más débiles, a los más sabios. El escaso consuelo que produce el adiós ritual en comunidad es cercenado por el aislamiento, que muchos hemos sufrido en carne propia, sin opción a poder acompañar a nuestros seres queridos hasta el final. Hay pocas cosas tan crueles como dejar morir a solas a una persona, mientras quienes la quieren sufren en la lejanía su pérdida. Una horrible pesadilla muy real que requiere respuestas drásticas y un planteamiento mucho más serio de la relación de la humanidad con el planeta que habita. Todo se puede soportar un poco mejor con música y a ello vamos.

El concepto “alarma” formará ya para siempre parte de nuestras vidas en un sentido que jamás hubiéramos podido imaginar, ni en nuestras pesadillas más recónditas y oscuras. Un recuerdo compartido entre millones de personas confinadas en casa, unidas en un fin común. Un hecho insólito en la modernidad del planeta porque anteriores pandemias apocalípticas como la peste bubónica o la gripe del 18 no afectaron a tanta gente y en tantas partes del planeta a la vez, eran otros tiempos. Las recetas, salvando los siglos, son las mismas; confinamiento, aislamiento y evitar contactos, lo que tradición cultural cristiana acuñó con la expresión “cuarentena”, en referencia a los 40 días y 40 noches que Jesucristo pasó ayunando en el desierto enfrentándose, al mismo tiempo, a los ardides del Maligno.

Rosendo en Viveros hace unos días...
Vivimos un período de introspección que puede resultar sano no sólo para evitar contraer el nuevo virus con prefijo monárquico, también para hacer limpieza interior a través de una búsqueda en los armarios del conocimiento. Es realmente sintomático que a la especie a la que más perjudica la nueva pandemia es precisamente al autodenominado “rey de la creación”: el ser humano, que es, al mismo tiempo el peor enemigo de la vida en el planeta.

La expresión “estado de alarma” incluye un atractivo de perversión por la excepcionalidad ante el peligro que implica una situación de cierta aventura, y de mucha opresión vital. La mejor receta frente a ello y la más simple es una programación musical acorde con el momento actual y el que seguirá. En esta segunda entrega que ofrece el blog Music Man dentro de la colección coronavirus, trato de aportar canciones cuyo contenido, ritmo o simple enunciado guardan cierta relación con el momento histórico. Una banda sonora no exenta de, por supuesto, algo de humor, sarcasmo y buenas dosis de poesía que tanta falta nos hacen ahora y siempre. Allá vamos.     

1-Frío, de Alarma  

El grupo formado en 1983 por Manolo Tena tuvo unos de sus grandes éxitos en este hit de letra cruda y desolada. Una poesía de confinamiento interior llena de angustia vital y aroma crepuscular que concuerda con el momento apocalíptico que vivimos, y que arranca con un verso premonitorio: “El reloj de la suerte marca la profecía, deseos, angustias, aceites de amor, mi vida llena y mi alma vacía, yo soy el público y el único actor”. El ritmo pegadizo de la música alegra mucho más que el contenido.


2-Ánimo, valiente por León Benavente

Después de Frío cogemos ánimo con este tema de cadencia indolente pero letra firme, que parece dedicada a la autoayuda de reafirmación generacional pasada la franja de los 40. Los oscuros toques after punk con ribetes pop de esta formación de experimentados músicos agrupados en torno al nombre de León Benavente como banda, ofrece letras cómplices con un espectador veterano en conciertos y noches de farra. Una muestra más es este tema con letras motivadoras ante el camino que aún nos espera: “Tú, que sabes escalar las montañas. Que recorres los caminos con paciencia”. O Bien: “Te mereces todo lo que te pase. Eres de la resistencia. El cuchillo entre los dientes”. Hoy y siempre ánimo a todos, valientes!!!.



3-Indestructibles, La Habitación Roja

Fue eléctrico, es uno de las cumbres en la oferta discográfica de La Habitación Roja y sin duda uno de los mejores discos del indie español en toda su historia. Una completa oferta de sonidos que ofrece este larga duración aparecido en 2012, precisamente el año del fin del mundo según el calendario Maya. Dentro del álbum, “Indestructibles” ofrece un mensaje de reivindicación melancólica de la fuerza del pasado, un mensaje aplicable en estos momentos de crisis para coger fuerza frente al futuro. La letra incluye pasajes que concuerdan ciertamente con la realidad presente como: “Nuestros gobiernos no aciertan a concretar. Si hubo algún indicio, alguna señal. Que lo hiciera sospechar”. En todo caso queda claro que a pesar de virus, confinamientos y alarmas somos indestructibles. Temazo!!!




 4-Dóna'm La Mà. La Gossa Sorda

Rebasem la zona indie per endisar-nos en l’ambient ska en valencià amb els frenètics ritmes de La Gossa Sorda, la mítica banda sorgida de Pego, a la Marina Alta i que va abandonar els escenaris en 2016. D’ella hem parlat ja anteriorment en el blog amb motiu del seu concert de comiat. El tema Dónam la Mà, del disc l’Últim Heretge convida a l’optimisme de l’acció conjunta, de la unió davant l’adversitat amb versos com: “Que no som víctimes de cap malefici. Ni la nostra feblesa és la marca del destí. S'obri la veda dels somnis sobre la pols i la cendra hem dibuixat el camí a seguir.” Força i lluita amb les dolçaines de la Gossa per sempre!!!.




5-La casa de la Bomba, Brigton 64

Cambiamos de registro y de época. BRIGHTON 64 se formaron en Barcelona en el otoño de 1981, cuando Albert Gil y Ricky Gil, hermanos de la actriz Ariadna Gil, muy influidos por la escena mod británica que empezaban a descubrir a través de discos y películas, decidieron unir fuerzas con varios compañeros de estudios y empezaron a ensayar versiones de The Who, The Jam, The Kinks y Chuck Berry. La Casa de la Bomba es el mayor hit de su historia, y ahora que permanecemos largas horas, días y noches en el hogar es un buen tema para bailar a ritmo de Hammond y advertir que “el problema es la edad”.



6-Autosuficiencia, Parálisis Permanente

Este himno a la autodestrucción nace de la preclara mente de Eduardo Benavente, líder y guía de la banda de culto Parálisis Permanente, máxima referencia de la onda de música siniestramente oscura que aparece en España a principios de los 80, directamente enraizada en ritmos afterpunks procedentes de sonidos como los de Joy Division. La precoz muerte de Eduardo, que aún no había cumplido los 21, nos privó de, sin duda, uno de los mejores creadores de la Movida. Su potente legado conserva toda su fuerza en letras muy acordes a los momentos que vivimos: “encerrado en mi casa todo me da igual, ya no necesito a nadie no saldré jamás!!”. Tampoco es para ponerse así… pero la canción es realmente espléndida.   


   
7- I will survive, Gloria Gaynor

Un canto a la supervivencia que siempre invita al baile. Con esta canción Gloria Gaynor ganó su único Grammy en 1980. Ella asegura que cuando le presentaron I will survive la discográfica quería ponerla como tema secundario en el disco Love Tracks, ella insistió en que fuera lanzada como sencillo inspirada por un “designio divino”, según asegura a cantante soul, y la canción llegó a número 1.  La canción, escrita por Freddie Perren y Dino Fekaris, habla de cómo tomar fuerzas de manera personal después de una separación. En todo caso una canción que transmite buenas sensaciones.



8-Heros por Bowie

Es esta una canción de esperanza nacida en plena Guerra Fría por obra de David Bowie, dentro de su trilogía berlinesa. El genio del Glam contaba que la letra surgió cuando estaba en el estudio Hansa de Berlín donde estaba grabando. Al otro lado del muro podía ver una pareja de amantes que le inspiraron para completar Heros, un himno a la esperanza que compuso en una época en la que el Duque Blanco estaba empeñado en abandonar las drogas mientras viajaba por los antros de la capital alemana en una nueva etapa de renovación creativa. En el tema, grabado en 1977, interviene a la guitarra Robert Fripp, componente King Crimson. La canción, la más versioneada de Bowie y su buque insignia, es siempre una buena razón para amar la vida.



9- You can’t always get what you want, The Rolling Stones

Los Rolling Stones valen para todo y siempre suenan bien, también para en tiempos de alarma. Su música aporta la energía vital para afrontar cualquier momento de la vida como este You can’t always get what you want, que lo dice todo en su mismo enunciado. No siempre podemos conseguir lo que queremos, pero podemos obtener lo que necesitamos, razona la letra que a diferencia de otros versos más perversos de los Stones ofrece una cierta dosis de realismo después de la gran fiesta que supusieron los 60. Editada en el disco Let it Bleed, el propio Mick Jagger la definió como “una de esas canciones de dormitorio”. John Lennon llegó a decir de la canción que era la versión Stone de Hey Jude. En todo caso siempre podemos sentirnos mucho mejor escuchando esta canción de Sus Satánicas Majestades.  



10-Imagine

Es, sin duda, una de las mejores canciones de la historia de la música. Compuesta en 1971 dentro del álbum del mismo nombre, Imagine reafirma el poderoso caudal creativo de John Lennon más allá de los Beatles. Para mí una los artistas cruciales del siglo XX en todos los aspectos. La brillante simplicidad melódica y la carismática letra de esta canción muestran un talento que eleva los niveles artísticos de la música Pop. La personalidad tormentosa, apasionada e incluso dura de Lennon se plasma frecuentemente en la variedad de giros que imprimió al rock & roll, y que contrastan con su pacifismo militante que tan bien transmite en sus composiciones dentro de la complejidad de su personalidad. El mensaje de paz y amor de Imagine, convertido en banda sonora mundial para reivindicar la humanidad en un planeta cada vez más deshumanizado, es siempre válido, especialmente ahora cuando ante una pandemia de efectos globales los gobiernos de los países no han querido o no han sabido hacer frente común frente al problema. Pero la solidaridad nace y vive desde abajo, entre la gente unida en una causa común; ayudarnos los unos a los otros mientras sea necesario. Imaginemos un mundo mejor y seguro que se hará realidad.  




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