Fuerza y honor con los Who en Madrid
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Foto de Vicente Lafora |
La súbita bajada de la
temperatura contribuyó a dejar una tarde mucho más agradable de llevar frente a
los abrasivos rigores del calor pre-veraniego, que durante la semana ya habían
anunciado lo que se prepara para los próximos meses en Madrid. En el barrio de
las letras uno siempre se siente como en casa y más entre amigos y buena
conversación, la tertulia acabó en la primera retrospectiva llegada a Europa
sobre los Wyeth (Andrew y Jamie) en el Thyssen gracias al sabio consejo del
pintor Pepe Cerdá. El sorprendente
realismo natural lleno de una luz inquietante y detallista captada al vuelo en
los campos de Maine por padre e hijo, supone un buen aperitivo cultural antes
de lanzarnos a admirar el arte de otra pareja bien distinta formada por Roger Daltrey y Pete Twonshend, el
centro neurálgico de The Who, que emerge
de las profundidades de las leyendas del rock como cabeza de cartel de la
primera edición del Mad Cool Festival.
La Caja Mágica parece un buen escenario,
en principio, para ver a los autores de MagicBus o Pimball Wizard (por cierto no tocaron la primera pero sí la segunda) pero
pronto comprobamos que el desconcierto tecnológico provoca largas colas y
esperas innecesarias ante el mecanismo ideado por algún “lumbreras” desde un
despacho, para evitar el dinero en metálico en los pagos de consumiciones. Una tarjeta
incrustada en la pulsera de cada asistente debería servir como pago en las
barras, pero el sistema funciona con deficiencia y tratar de conseguir una
cerveza se convierte en una odisea con largas listas de espera. Finalmente
hidratados y guiados por mis buenos amigos Javi
y Vicente tomamos posiciones cerca del escenario principal, con el tiempo
suficiente para recordar que una buena parte de la fiesta consiste en el contacto
con el público. Como vecinos tenemos un joven ingeniero de sonido de Manresa
admirador de Black Sabbath que viaja siempre sólo a los conciertos
para vivirlos más intensamente. Un holandés que rozara la misma quinta que los
propios Who recuerda las experiencias de una actuación del 76 en Inglaterra.
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Las
icónicas imágenes nos recuerdan desde el escenario que los tipos que vamos a ver
son los mayores símbolos mundiales del movimiento mod nacido en los umbrales de los 60. Dianas, lambrettas, parcas y
por supuesto Brighton y momentos de la película generacional Quadrophenia recuerdan con quien
estamos tratando. Como auguraba Javi, la primera canción que suena del glorioso
repertorio es I can’t no explain que
desata la alegría y la fiesta entre todos. Los reconocibles acordes de Twonshend
nos hacen sentir como en casa, con su emblemática “caída de brazo” empieza a
rascar en las entrañas de sus guitarras para extraer la mejor potencia sonora
de sus buenos viejos tiempos. Desluce un poco el conjunto el bajo nivel del volumen
y la descompensación de graves y agudos, pero nadie quiere pararse a pensar en
cuestiones técnicas cuando tiene a los Who delante. Los maestros van saltando
de himno en himno en un repertorio que incluye Who are You?, The Kids Are Alright, Baba O'Riley el intimismo de See me, feel me o el emblema mod por
excelencia My Generation. Al poder
electrizante de The Who todavía le queden muchos vatios de potencia. El duo ha
rebasado los 70, el tiempo pasa inexorable y cruelmente para todos, pero su fuerza
y potencia continúan activas. Aunque Daltrey tenga ya el aspecto de un
residente habitual de las terrazas de Benidorm estilo Mike Kennedy (de los
Bravos), a su voz aún le quedan destellos de vida que recuerdan su pasado
glorioso mientras trata de seguir usando el micrófono como látigo. El regreso a
España después de su minigira del 2009 no trae nuevo disco (el último lo publicaron
en 2006) pero su histórico plantel,
condensado en la hora y media que permite el apretado horario del festival, es
suficientemente elocuente para justificar su recorrido. Hay momentos para el
recuerdo con imágenes de Keith Moon,
carismático primer baterista de la banda, y el bajista John Entwistle, que quedaron en el camino de una banda que vive con
merecimiento de su esplendoroso pasado, actualizado con las ganas de seguir
adelante que evidenciaron con la apoteósica clausura del Won't Get Fooled Again. Con fuerza y honor The Who continúan en
activo en la carrera demostrando, una vez más, por qué están en lo alto del
sagrado pódium del exclusivo club de los más grandes mitos del rock.
Venga, animaros y compartid
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